Mi experiencia de vida

Nací con 6 meses de gestación, estuve 58 días en una incubadora. Sin dudas fue la experiencia que marcó mi vida para siempre. Esa pulsión de vida me acompaña en cada una de las etapas de mi recorrido hasta hoy.

A los 2 años de vida no caminaba y después de muchos estudios para la época , me dan el diagnóstico de Parálisis Cerebral. (falto oxígeno en el canal de parto y se lesiono una pequeña zona en la corteza cerebral). Dejando una secuela de acortamiento del tendón de Aquiles de mi pierna derecha con asimetría de caderas, con hipertonía e hiperreflexia en ambos miembros inferiores.

A los 5 años tuve que realizar terapia ocupacional para definir cual seria mi mano hábil, de eso dependía si ingresaba a una escuela normal o una escuela especial.

Allí comienza una etapa compleja de rehabilitación en la que agradezco a mis padres no haber bajado los brazos ni un solo día hasta mis 14 años.

Ya adolescente, etapa de rebeldía y cansancio decido no continuar con la rehabilitación.

Pase por muchos momentos de Angustia y desesperación en donde ser diferente en esos momentos no era nada sencillo.

Termine el secundario sabiendo que mi vocación de Servicio siempre latía en mí, forme parte de grupos de Jóvenes que se llamaba “Perseverancia” en la escuela en donde se realizaban tareas de beneficencia.

Decidí estudiar Medicina, Estaba entre Psicología y Medicina.

Fueron 9 años de cursada, fue de mucho esfuerzo y sacrificio, algo tenía claro y era que quería llegar a la meta y así fue. Muchas frustraciones, muchas ganas de abandonar, pero una fuerte voz interior me guio siempre lo refiero cono un motorcito en el centro de mi cuerpo que me impulsa.

 

Termine la carrera con ataques de pánico y medicada…no duro mucho tiempo. Pero se lo que se siente en esos momentos críticos…

Me tomé un año, trabajé en un ciber mientras cursaba el posgrado en Gestalt, decidí buscar trabajo como médica y conseguí en el norte neuquino las termas de Copahue: Una experiencia transformadora en mi vida en dónde la conexión con la naturaleza la soledad y el aislamiento favorecieron a mi percepción y a mi intuición.

Elegí quedarme a vivir en la Patagonia viviendo experiencias transformadoras.

Conseguí trabajo gracias a la recomendación de un paciente las puertas se me fueron abriendo por lo que soy muy agradecida.

La escucha desde el corazón a los pacientes me hacía ver que cada síntoma que cada dolor traía una historia que contar que no estaba siendo escuchada.

Esto me llevó a retomar mi podgrado a viajar una vez al mes desde Neuquén a Córdoba durante 3 años hasta finalizarlo

Llego Pablo a mi vida y con él nuestra familia. Mis hijos Julieta y Pedro.

Mi ser mama me hizo replantearme una vez más mi vida profesional.

Por un tiempo trabajé como médica clínica y como terapeuta. acompañando procesos hasta que en el año 2014 por esas cosas de la vida nos mudamos a vivir a la ciudad de la plata en donde decido dedicarme exclusivamente acompañar a sanar desde la psicoterapia Holística.

 

Y hoy en el año 2020 me encuentro haciendo un resumen de mis 43 años de vida vividos con mucho orgullo y satisfacción siendo hija, hermana, mujer, esposa, madre, paciente, médica, terapeuta, amiga. Agradeciendo cada experiencia, cada aprendizaje, cada dolor, cada pérdida, como peldaño más hacia mi evolución personal y profesional.

Haciendo de mi trabajo un arte en la escucha y en el acompañamiento de la transformación de cada individuo, las parejas, las familias qué desean un cambio y una transformación real en sus vidas.

 

Con Amor,

Maria Verónica Miranda

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